Los hipopresivos son un conjunto de técnicas posturales que provocan un descenso de la presión intra-abdominal y una activación refleja de los músculos del suelo pélvico y de la faja abdominal.
A largo plazo, su práctica continuada conduce a un aumento del tono del suelo pélvico y de la faja abdominal, reduciendo de forma significativa el perímetro abdominal, y el riesgo de incontinencia urinaria y de descensos viscerales.
Cómo se hacen
Aunque existen un sinfín de posturas diferentes para realizar esta técnica, algunos parámetros se repiten en la mayor parte de ellas.
Las posiciones articulares es uno de esos parámetros, tales como la rotación interna de brazos, la flexión de los codos haciendo fuerza hacia afuera, manos abiertas, realizar una pequeña rotación interna de cadera, flexionar ligeramente las rodillas, etc.
Otro parámetro a tener en cuenta es la sensación de autoelongación. Es muy importante sentir que nuestro cuerpo crece al realizar los hipopresivos; notar como si una cuerda nos estirara de la cabeza hacia arriba.
El centro de gravedad es otro de esos parámetros. En esta técnica se trabaja anteriorizando el centro de gravedad, es decir, llevando el cuerpo ligeramente hacia adelante.
Todo el trabajo que se realiza con las diferentes posturas, siguiendo los parámetros anteriormente descritos, se hace en APNEA ESPIRATORIA.
Se realizan varias respiraciones normales, y en la última espiración, después de expulsar todo el aire, y sin volver a coger aire, abrimos las costillas llevando el ombligo hacia arriba y hacia adentro.
Es un gesto de succión, como si tomáramos agua de una pajita, pero sin coger aire.
Es importante aguantar la posición un mínimo de 10 segundos, mejor si fueran 20 segundos, y no perder en ningún momento toda la suma de posiciones anteriores, sin olvidar la sensación de autoelongación.
Al realizar la apnea espiratoria, el efecto de succión lleva hacia arriba los órganos y el diafragma, con lo qu ese consigue disminuir la presión sobre el suelo pélvico.
Beneficios